Por Oier Martinez Violet. Ingeniero en Organización industrial y Máster en Sistemas de Transporte (UPV-EHU). Experto en movilidad.
Twitter: @Windwer
Desde que la covid19 nos cambió el mundo ha ocurrido un boom de la bicicleta en nuestras ciudades: noticias con imágenes de tiendas de bicicletas vacías, nuevos carriles bici por doquier, stocks agotados… ¡A nivel mundial!
Pero todo esto no se debe sólo a la covid19. Esta tendencia viene de lejos y la pandemia actual sólo ha acelerado el cambio en el cómo se realiza la movilidad.
La pregunta ahora es, ¿realmente ha habido un cambio modal?, ¿ha crecido el uso de la bicicleta?. Veámoslo a continuación.
Algunas fechas clave:
- El 16 de marzo entró en vigor el estado de alarma, que limitó la movilidad en general.
- A partir del 2 de mayo (sábado) se permitió la salida en dos franjas horarias para realizar deporte (6-10h y 20-23h).
- El servicio de Bicing estuvo cerrado entre el 16 de marzo y 23 de abril.
Durante el confinamiento:
¿Se paró la movilidad durante el confinamiento? No al 100% pero casi. Hubo un remanente muy escaso (algo menos del 20%, según datos del MITMA), que prácticamente se realizó en coche y bici particular, pues el servicio Bicing cerró, acción que fue muy criticada y que ahora sabemos que no era necesaria. El transporte público se redujo a la mínima expresión en uso y en frecuencias.
Estas semanas la movilidad se paró (casi) por completo.
A partir de mayo:
En mayo comenzamos a poder movernos (algo) después de casi un mes largo en casa. Y aquí, se empiezan a ver cambios y tendencias:
¿Qué pasó a partir del 2 de mayo? Se disparó el uso de los carriles bici (línea amarilla), sobre todo el fines de semana (de viernes a domingo). Los incrementos sobre el nivel ‘normal’ de marzo (es decir, el 0) en algunos fines de semana se dispararon hasta un 50%. La diferencia entre días laborables y festivos arroja diferencias de hasta el 75% de uso, a favor de los segundos.
No hay manera de confirmarlo, pero es muy probable que, al menos las primeras semanas de mayo, el uso de la bicicleta en fines de semana esté vinculado con el deporte y el ocio. Muchos ciudadanos aprovechamos los primeros días de ‘libertad’ para hacer deporte, bien con bicis propias, o con el Bicing, que abrió unos días antes. Es curioso como los días que cae el uso del coche se dispara el de la bici…
Pero entre pico y pico de ocio y deporte, y según se fue ampliando la movilidad, también aumentó el uso de la bicicleta en días laborables. A finales de mayo recuperaba el uso previo a la pandemia y en junio ya crecía netamente (+2%). En comparación, el coche seguía un -30% sobre los valores de marzo.
Comparado con marzo, se realizaba un 10% más de desplazamientos por estos mismos carriles bici.
La realidad es más compleja…
El uso no crece sólo por el ocio y el deporte. De manera silenciosa, entre pico y pico de finde el uso de la bicicleta ha ido en aumento en los días laborales. En mayo recuperó el uso previo a la pandemia, y en julio seguía creciendo. Este dato, se ve reforzado por el publicado por Bicing en julio, donde confirma que su uso de enero-julio ha superado ya las cifras del año anterior.
A destacar que el coche todavía no ha llegado a recuperar el nivel previo de marzo.
También hay días laborables donde cae el uso de bicicleta. ¿A qué se debe esto?
En este caso, la respuesta es sencilla: A veces, en Barcelona, también llueve. Y estos días son muy fáciles de identificar, pues el uso de la bicicleta cae hasta un 32% (flecha verde) los días de previsión de lluvia, precipite o no.
Nos da miedo mojarnos. Pero también la mera posibilidad de que ocurra, pues días donde no llueve, pero se ha anunciado lluvia, también cae el uso de la bicicleta, siempre en los carriles bici donde el ayuntamiento tiene aforos.
Entonces ¿se puede afirmar que el uso de la bicicleta cambia en función de la lluvia, temperatura…? La evidencia académica existente (aquí y aquí) así lo muestra.
La meteorología (lluvia, viento, temperaturas altas o muy bajas…) es un factor clave que hace aumentar o disminuir el uso de la bicicleta en trayectos donde el usuario tiene alternativas. Y con los datos disponibles para Barcelona, parece ser que también se usa menos cuando llueve.
No os sorprendáis por este dato, pues ocurre lo mismo con el transporte público: su uso en desplazamientos por ocio (compras, deporte, ir a tomar algo…) decae cuando llueve o hace mucho calor. Algunos usuarios se quedan en casa y otros, buscan alternativas a sus desplazamientos. La temperatura, además de la lluvia es otro factor determinante en la movilidad por ocio.
¿Qué ha ocurrido con la movilidad en bicicleta?
Una vez explicado todo, falta saber cúal ha sido la evolución del uso de la bicicleta, una vez eliminado el ruido que han generado los picos de fines de semana. Filtramos entonces estos datos y los días lluviosos, que ya hemos visto que no son representativos.
Y esta es la gráfica:
La movilidad en bicicleta recuperó el 100% de uso el 27 de mayo (el 5 de junio crecía un 2% neto sobre marzo) y en julio creció casi un 10%. El crecimiento además se da en días laborales, mientras el coche no ha recuperado el nivel de marzo.
Ojo, los contadores de los carriles bici (para mí siempre serán bidegorris como en Euskara) no recogen toda la realidad de la red ciclista. Son datos de unos pocos tramos, que pueden aparentar aumentos de usuarios en las zonas donde están ubicados, y desaparecer del resto de la ciudad. Y esto podría crear una falsa imagen de crecimiento.
Esta carencia se compensa con la información de Bicing proporcionada por el ayuntamiento. De finales de abril a julio casi se han dado de alta casi 19.000 nuevos usuarios (+16%), siendo la mayoría de estos (~16.000) de zonas donde ya existía el servicio previamente, principalmente en el Eixample.
Esto, junto con el dato de crecimiento (sobre un 10%,con un uso total de 1.3 millones de veces/mes) confirma la tendencia:
- Se aprecia un cambio modal hacia la bicicleta, pero es pronto todavía para afirmar en qué medida será permanente.
- Las primeras encuestas de movilidad (ATM) muestran un incremento tanto del uso de bicicleta privada (personal) como de compartidas (Bicing). Ver el estudio aquí.
Una nueva movilidad
Con una movilidad que no ha superado el nivel del 70% pre-pandemia y donde la mayoría de los viajes realizados en Barcelona tienen origen y destino Barcelona (ver datos) es muy importante el aumento de la movilidad y sobre todo, la tendencia al alza de la bicicleta.
Los datos actuales de uso de los carriles bici que proporciona el Ajuntament de Barcelona no permiten una comparativa ‘directa’ sobre años previos (2019 y 2020). Sería muy interesante poder compararlos con los años previos (mayo, junio y julio).
Estamos en un momento de grandes cambios. No son cambios creados por la covid-19, sino que este cisne negro los ha acelerado. La pregunta que todavía no tiene respuesta es el mix de movilidad que quedará en la nueva realidad. ¿Será por fin la bicicleta un actor principal?
Si queremos avanzar hacia ciudades más sostenibles y con vida, será necesario que la administración apueste de manera clara por la movilidad activa: caminar y la bicicleta. Así se está haciendo las principales ciudades del mundo: París, Londres… y hasta Nueva York.
Y mejoras como estas ya las propuso el BACC para Barcelona en abril.
Ahora, a por el próximo paso: la vuelta de septiembre. Una vez tengamos datos, los analizaremos.
Referencias:
OpenData Ajuntament de Barcelona
https://dades.ajuntament.barcelona.cat/seguiment-covid19-bcn/
Movilidad municipal – Ministerio de Transportes,Movilidad y Agenda Urbana
https://www.mitma.es/ministerio/covid-19/evolucion-movilidad-big-data/movilidad-municipal
Influence of weather conditions on transit ridership: A statistical study using data from Smartcards
- Arana, S. Cabezudo, M.Peñalba, https://www.worldtransitresearch.info/research/5084/
Bicing – Nº de usuarios aumenta y viajes – https://www.bicing.barcelona/es/node/205
Us potencial de la bici a la metrópoli https://blogs.amb.cat/bicicleta/ca/2020/07/02/us-potencial-de-la-bici-a-la-metropolis/